AOVE y miel, un matrimonio muy bien avenido

El Aceite de Oliva Virgen Extra y la miel son dos productos apreciados por su sabor y por la gran cantidad de propiedades nutricionales que aportan a una alimentación equilibrada. Hoy hablamos de cómo pueden convivir de manera armónica en nuestra dieta.

Del AOVE ya conocemos su infinidad de cualidades alimenticias refrendadas por los más prestigiosos nutricionistas y avaladas por reiterados estudios y ensayos clínicos, por no hablar de su delicioso sabor y su versatilidad en la cocina. Por su parte la miel aporta a nuestra dieta sus azúcares naturales, es un excelente antioxidante, dado su alto contenido en enzimas y ácidos fenólicos, que ayudan a nuestro organismo como antiséptico y antibiótico que nos defiende de las agresiones de agentes externos.

¿Pueden dos productos en principio tan diferentes combinarse con éxito en nuestra cocina e incluso en nuestro cuarto de baño? Veamos.

La miel, mucho más que una deliciosa golosina

Desde tiempos remotos la miel ha sido considerada un manjar de dioses, apreciada por muy diversas culturas y formando parte esencial de la dieta mediterránea. Además de las propiedades antisépticas y bactericidas antes mencionadas es un eficaz calmante, fortificante, laxante y diurético con propiedades antiinflamatorias y rica en vitaminas A, C, D, B6 y B12 , calcio, hierro y magnesio.

Es útil en el tratamiento del estreñimiento, alivia las alergias y aumenta la flora bacteriana mejorando el sistema inmunológico y ayudando a una buena digestión.

Cierto es que tiene un alto valor calórico, debido a su contenido en azúcar, por lo que ha de ser consumida con moderación o, si se tienen problemas de sobrepeso o se es diabético, en cuyo caso deberá consultarse con el médico o nutricionista la cantidad adecuada.

Existe gran variedad o tipos de miel en función de la flor o arbusto del que proceda y la época de recolección, así las mieles de primavera se producen a finales de mayo, la miel llamada principal, entre junio y julio, y la miel tardía, entre agosto y septiembre. Se clasifican en multiflorales, procedentes de diversas flores, monoflorares, solo de una flor concreta y miel de bosque que es la obtenida a partir de hojas. Por su textura las mieles de flores son transparentes y espesas, que suelen ser frescas, mientras que las llamadas “mieles de rocío” son menos dulces y más difíciles de solidificar.

El perfecto desayuno cardiosaludable

La combinación de miel y Aceite de Oliva Virgen Extra es inmejorable para el desayuno. Simplemente untados en una tostada o una rebanada de pan, acompañadas de un lácteo y una fruta, aportan todo lo que nuestro cuerpo necesita para comenzar el día llenos de vitalidad ya que sustituimos la grasa animal de mantequilla por el aceite de oliva y los carbohidratos del azúcar refinada por los de la miel.

No olvidemos que el Aceite de Oliva Virgen Extra contiene ácido oleico, flavonoides, polifenoles y antioxidantes, con propiedades reconocidas en la reducción del riesgo de enfermedades coronarias, ayudando en el control de los niveles de colesterol malo, combatiendo los radicales libres y evitando un envejecimiento prematuro.

Si queremos variar nuestros desayunos, postres o meriendas aquí tenemos una receta extremadamente simple, tradicional en el ámbito rural, donde incluimos otro alimento que marida perfectamente con nuestra pareja como es la naranja:

Ingredientes para dos personas

• Un par de naranjas de buen tamaño
• Cuatro cucharadas de AOVE de calidad
• Dos cucharadas de miel

Elaboración

• Se pelan las naranjas quitando con cuidado toda la piel y las membranas. Es conveniente utilizar un cuchillo bien afilado para esta tarea.
• Se cortan las naranjas en rodajas del grosor que se desee, aunque es preferible que no sean muy delgadas para que no se rompan al comerlas, y se disponen en un plato o fuente.
• Mezclamos la miel con el aceite y removemos hasta conseguir una mezcla ligada y homogénea.
• Rociamos esta mezcla sobre las naranjas y dejamos reposar unos minutos para que penetre bien en la fruta.
• Se recomienda servir frío y, si se desea, acompañado de unas hojas de menta finamente cortada.

AOVE y miel aliados por la salud de piel y cabello

Pues sí, también en el campo de la salud capilar y cutánea la miel y el AOVE tienen mucho que aportar, veamos por ejemplo como elaborar estas sencillas mascarillas elaboradas con aceite de oliva y miel que ayudará a devolver a nuestro cabello brillo y vitalidad y a nuestro rostro hidratación y tersura:

Mascarilla para el cabello

Mezclaremos tres cucharadas de Aceite de Oliva Virgen Extra con una cucharada sopera de miel removiendo hasta que obtengamos una pasta de textura compacta, dejando reposar la mezcla durante 24 horas. Lavaremos y aclararemos el cabello y mientras aún está húmedo aplicaremos la mascarilla de raíz a puntas durante un cuarto de hora, pasado este tiempo ya podemos volver a lavar y aclarar el pelo.

Mascarilla para la piel

Esta mascarilla aportará a la piel de nuestro rostro beneficios contra el acné y las manchas cutáneas gracias a las propiedades cicatrizantes tanto del aceite de oliva como de la miel. La preparación es igual a la mascarilla capilar solo que en este caso usaremos dos cucharadas de aceite y una de miel. Una vez lavada y secada la cara, aplicaremos la mezcla y la dejaremos actuar durante media hora, a continuación lavaremos nuevamente la cara repitiendo esta operación dos o tres veces por semana.

El proyecto “Olivares de la Miel”

Las virtudes del maridaje entre el AOVE y la miel no solo se dan en la cocina y el cuarto de baño, también en el cultivo del olivar y la apicultura su unión está demostrando grandes beneficios como lo demuestra el trabajo del grupo operativo “Olivares de la Miel” un proyecto puesto en marcha para introducir plantas aromáticas en los olivares para aumentar la producción de miel y favorecer el equilibrio agroecológico, gracias a la alianza entre olivos y plantas aromáticas, junto con el trabajo de las abejas.

Este proyecto consiste en cultivar setos de estas plantas entre las hileras de olivos de forma que, además de cosechar las aceitunas una vez al año, obtengamos miel y aceites esenciales procedentes de las aromáticas. De esta manera, además, se ayuda a evitar la pérdida de tierra fértil provocada por las lluvias torrenciales, especialmente en el olivar en pendiente y de montaña al tiempo que se capta CO2 y se detiene el proceso de desertización.

Autor: Rafael Flores